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EL COVID-19 Y LAS ESTAFAS INTERNACIONALES, ASÍ ACTÚAN.

Una operación coordinada por INTERPOL permite practicar detenciones y emprender investigaciones en toda Europa

Las instituciones y autoridades financieras de Alemania, Irlanda y los Países Bajos han descubierto, en el marco de una investigación coordinada por INTERPOL, una compleja trama fraudulenta que recurría al envío de e-mails mediante suplantación de identidad, al fraude consistente en el cobro anticipado de honorarios y al blanqueo de capitales.

A mediados de marzo, cuando numerosos países entraban en una fase de confinamiento debido al brote de coronavirus, las autoridades sanitarias alemanas contrataron los servicios de dos empresas de Zúrich y Hamburgo especializadas en la compraventa, para procurarse mascarillas por valor de 15 000 000 €. Ante la escasez mundial de suministros médicos que complicaba la utilización de los conductos comerciales habituales, los compradores siguieron nuevas pistas con la esperanza de asegurarse de la obtención de las mascarillas.

UN CUBO DE INTERMEDIARIOS:

Todo comenzó con una dirección de correo electrónico y un sitio web que parecían estar vinculados a una empresa legal afincada en España y dedicada a la venta de mascarillas. Los compradores no sabían que el sitio web era falso y que las direcciones de correo electrónico, pese a ser auténticas, habían sido pirateadas.

Por medio de mensajes de correo electrónico, la empresa afirmó en un principio que disponía de 10 000 000 mascarillas, pero la entrega supuestamente prevista se malogró. Para compensar este contratiempo, se remitió a los compradores a un intermediario irlandés “de confianza”, que prometió, a su vez, ponerlos en contacto con otro proveedor, esta vez en los Países Bajos.

Este hombre, quien afirmaba mantener una sólida relación comercial con la empresa, dio garantías de que la supuesta empresa de los Países Bajos sería capaz de suministrar los diez millones de mascarillas. Se llegó a un acuerdo para una entrega inicial de 1 500 000 mascarillas, a cambio de un anticipo de 1 500 000 €.

Los compradores efectuaron una transferencia bancaria a Irlanda y prepararon la entrega, que suponía disponer de 52 camiones y una escolta policial para transportar las mascarillas desde un almacén en los Países Bajos hasta su destino final en Alemania.

Justo antes de la fecha de entrega, se informó a los compradores de que no se habían recibido los fondos y que debían transferir urgentemente 880 000 € directamente al proveedor neerlandés para asegurar la obtención de la mercancía.

Los compradores realizaron la transferencia, pero las mascarillas no llegaron nunca a su destino. Se ha podido comprobar que la empresa neerlandesa existía realmente, pero su sitio web también había sido clonado y no constaba ningún registro oficial del pedido.

EN BUSCA DEL DINERO:

Cuando los compradores se dan cuenta del timo, se dirigieron inmediatamente a su banco en Alemania, que a su vez se puso en contacto con la Unidad de Delincuencia Financiera de INTERPOL, iniciando una carrera para interceptar los fondos y seguir el rastro del dinero.

Los bancos, las unidades de información financiera y las autoridades judiciales, así como las organizaciones asociadas Europol y EUROJUST, se unieron a INTERPOL en esta carrera.

INTERPOL se puso en contacto con su Oficina Central Nacional de Dublín, así como con el banco irlandés. La rápida intervención de la Oficina Nacional de Delitos Económicos de la Garda les permitió congelar los 1 500 000 € de la cuenta e identificar a la empresa irlandesa implicada.

El Servicio de Información e Investigación Fiscal de los Países Bajos localizó rápidamente los 880 000 € transferidos por la sociedad alemana. De esta suma, cerca de 500 000 € ya habían sido enviados al Reino Unido con destino a una cuenta en Nigeria.

Europol activó sus redes profesionales para dar con contactos clave en el sector bancario. Gracias a una alerta enviada por los investigadores, el banco del Reino Unido pudo recuperar la totalidad de la suma. Ahora, esos fondos han sido devueltos a los Países Bajos y congelados por las autoridades.

 

                                                                 Pruebas incautadas por la Oficina Nacional de Delitos Económicos de la Garda.
«Las personas detenidas a raíz de esta operación no tenían conexiones con el sector de los equipos médicos. Eran simplemente estafadores experimentados que vieron una oportunidad con el brote de la COVID-19».Jürgen Stock, Secretario General de INTERPOL.

«Adaptaron sus argumentos de venta para aprovechar la presión ejercida sobre la cadena de suministro y obtener pingües beneficios. No puedo más que elogiar la rápida labor realizada tanto por las autoridades públicas como por las entidades del sector privado que han participado en esta operación. INTERPOL seguirá trabajando en este caso y en los numerosos casos similares en estrecha colaboración con todos nuestros socios», añadió el Jefe de INTERPOL.

La operación ya ha dado lugar a la detención de dos sospechosos en los Países Bajos. Es probable que se practiquen más detenciones, ya que las unidades especializadas siguen manteniendo una estrecha coordinación con INTERPOL, así como con el fiscal y las fuerzas policiales de Traunstein (Alemania), en relación con las pistas generadas por los dispositivos decomisados.

Fuente Noticia: INTERPOL NEWS

Fuente Imagen: DIARIO MEDICO

 

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